Zalgo, es una entidad maligna caótica, asociada comúnmente con la locura, la muerte, la destrucción, el miedo y el fin del mundo como lo conocemos.
Una entidad viviendo en otro plano dimensional y que cuando aparece en el nuestro crea el caos, su sola presencia, es capaz de llevar a una persona hacia el vórtice de la locura. En pocas palabras, Zalgo es... el horror en persona. Por más que busques en internet, jamás encontraras una respuesta clara sobre qué es Zalgo, debido a que no existe tal, ya que Zalgo es algo tan terrible, que no existen palabras para describirlo.A lo mucho, en la mayoría de las veces, encontraras la siguiente descripción:
"Él espera detrás de la pared, en un palacio de cristal torturado, servido por legiones forjadas a partir de las lágrimas de los muertos sin descanso, vestidos con armaduras talladas en el sufrimiento de las madres.
Él es el mente de colmena que confunde a los vivos, y perpetúa la tortura de los condenados, él toma los ojos, la ventana del alma, y elimina la capacidad de sentir cualquier cosa que no sea nada más que dolor, una vez que los ojos son removidos, el alma es removida, el cascaron viviente es el testimonio de la crueldad y la condenación eterna.
No puede ser detenido, así como el miedo no puede ser detenido, es inseparable de la realidad, ya que existe más allá del velo… esperando.
Él espera detrás de la pared delgada que ha construido en su alma, él espera… pero ha de liberarse… y ha de venir.
Es una abominación sin ojos, con siete bocas, en su mano derecha sostiene una estrella muerta, y en su mano izquierda sostiene la vela, cuya luz es la sombra y se tiñe con la sangre de
Seis de sus bocas hablan en lenguas diferentes, cuando el momento llegue, la séptima cantará la canción que pondrá fin a la Tierra.
Zalgo, sin duda alguna, es una de las leyendas urbanas más antiguas y oscuras que existen en el mundo de la internet.
Alcanzó tanta popularidad, que rápidamente se convirtió en un meme, que puede encantar a los aficionados al horror de ciencia ficción.Muchos creen que Zalgo está inspirado en la mitología lovecraftniana, sin embargo, el mismo creador (Goon Shmorky) lo ha negado. En agosto del 2009 él explicó el origen de Zalgo, en un post en el foro de Something Awful. Él dijo, y cito:
“Me gusta como la gente intenta adivinar el origen de "Zalgo" si ni siquiera saben de dónde viene originalmente, les diré de donde viene, viene de mí, yo solo lo invente
Zalgo es algo horrible, Zalgo es algo que comienza, que comenzará pronto, no tiene nada que ver con Lovecraft, no soy tan nerd como para tener ese tipo de referencias.
Mirándolo bien es un meme asesino que alguien editó, (por mí no hay problem'''''a), pero tal vez haga algo cuando menos se lo esperen."
Zalgo nació el 27 de julio del 2004, en los foros de Something Awful, cuando su creador, un usuario llamado Goon Shmorky, publicó una serie de viñetas antiguas, de Nancy y Archie, pero éstas estaban sumamente modificadas, eran por demás, bizarras.
Los personajes actuaban de forma errática, demencial, constantemente invocaban una entidad conocida como “Zalgo”, quien les causaba unas deformaciones monstruosas en el cuerpo. Zalgo pasó desapercibido en los foros de Something Awful, hasta que un usuario de nombre Bobby Delux, Creó versiones editadas de un web comic llamado, "Control-Alt-Del" creación del controversial Tim Buckley.
Esto se extendió más, entre los usuarios de la página web “b3ta.com” quienes photoshopearon comics de la vida real, tales como, Garfield, y Charlie Brown, entre otros. Sin embargo, su gran salto para convertirse en meme, fue hasta después de pasar por la ya famosa web “4Chan”, lugar en donde muchos quedaron maravillados, y se animaron a participar, creando nuevas viñetas y retocando imágenes con photoshop. Las imágenes hechas sobre este meme vienen a seguir un patrón igual: se toma una imagen cualquiera, y se le retoca para que quede lo más caótica y demoníaca posible, los elementos gore son ampliamente bienvenidos, los detalles más vistos son ojos negros o vacíos llorando sangre u oscuridad, fondos y atmósferas en tonos rojizos, y ten
táculos de oscuridad. De aquí en adelante el límite es la imaginación, y hay gente que le da mucha rienda suelta a esto tanto, que no solo les bastó con crear imágenes, sino que también, se dieron el lujo de crear su propia tipografía, un vídeo tipo screamer, llamado “Zalgo Rolld” que ronda por YouTube, y el slogan "He Comes", que significa, él viene, o él se acerca.
sábado, 24 de enero de 2015
El suicidio de calamardo:(abajo hay un video que relata todo)
creado por Nickelodeon: en él, vemos a un Calamardo deprimido tras los abucheos que recibe al tocar en un concierto nocturno, un Calamardo que va ahogándose cada vez más en la pantanosa desesperación, hasta terminar con su miserable vida al estilo de Kurt Kobain, no sin que antes se intercalen fotos de un crimen horrendo y misterioso…
Esta creepypasta ha sido presentada en muchos sitios web y en diversos vídeos, usualmente con variaciones que han dado lugar a que existan varias versiones de la misma, aunque lo esencial de la historia se ha conservado en todas las variantes. Aquí presentamos la versión más cruda y escalofriante del creepypasta:
.La experiencia de un interno en los Nickelodeon Animation Studios
Antes de contar las cosas horribles que vi, debo decirles que se decepcionarán si esperan una respuesta a lo que verán al final, pues sencillamente no la hay.
Y bien, comenzaré diciéndoles que fui interno en los Estudios Nickelodeon durante el 2005. No me pagaban ya que estaba haciendo mis pasantías (prácticas profesionales previas a la obtención del título) para poder graduarme en la carrera de Animación, y desgraciadamente las pasantías casi nunca son pagadas.
Aunque no lo crean, los adultos no suelen ver un buen trabajo en lo que me tocó hacer en Nickelodeon, aunque casi cualquier niño habría dado media vida por estar en mi lugar. A mí me tocó ir con editores y animadores, y siempre tenía que ver los capítulos nuevos antes de que saliesen al aire.
El punto es que acababan de terminar una película de Bob Esponja, pero pasaría mucho tiempo antes de que se iniciase la siguiente temporada de la serie, ya que el staff entero tenía bloqueada la creatividad. Sin embargo, la verdad es que el retraso no tuvo que ver tanto con esa falta de ideas como con algo bastante perturbador: El Suicidio de Calamardo.
En efecto, hubo (en principio por la falta de creatividad) un problema con la elaboración del primer episodio de la siguiente temporada, tan grande que retrasó todo por meses. No obstante, el equipo de trabajo encontraba maneras de desestresarse en medio de la complicada situación, y una de esas era creando bromas inspiradas en las series animadas. Así, un día estaba en el cuarto de edición con los principales animadores y los directores de sonido, e íbamos a hacer el corte final de lo que aparentemente sería el primer episodio de la nueva temporada de Bob Esponja; pero, antes de que lo hiciéramos, nos llegó una copia de lo que en teoría era el episodio Fear of a Krabby Patty, solo que estaba alterado y tenía un título falso de tono humorístico, tal y como, según supe, sucedió con el episodio Rock a by Bivalbe (en el cual Patricio y Bob adoptan una ostra), cuyo título fue cambiado (en la copia alterada, no en la versión que salió al aire…) por “Cómo no funciona el sexo”… Y pues, la verdad es que a mí no me agradaban mucho estas bromas, y esta vez, cuando vi el falso título de Squidward’s Suicide (El Suicidio de Calamardo), pensé que era una broma macabra de mal gusto, cosa que quizá también creyeron algunos, como un compañero que emitió una risa seca. En todo caso, permanecimos sentados a ver qué mostraba la pantalla…
Al igual que siempre, al comienzo se escuchó la musiquita alegre en que sale el pirata cantando esa archi conocida letra de “Vive en una piña debajo del mar” y todo lo que sigue y los niños se saben de memoria. Después, ya en el episodio como tal, aparece Calamardo tocando su clarinete, equivocándose en algunas notas y haciendo reír al fisgón fastidioso y amarillo de Bob, cuyas carcajadas irritan al amargado molusco, que se detiene abruptamente, se asoma a la ventana y le grita a Bob, pidiéndole que se calle y le deje practicar para el concierto que tiene en la noche. Bob, amable como siempre, accede y se va con Patricio a ver a Arenita. Tras esto, se ve la pantalla de burbujas (las burbujas que ascienden, generalmente antes de un salto temporal en el capítulo) y aparece Calamardo, justo en el final de su concierto.
Es ahora cuando todo se enrarece; ya que, mientras Calamardo toca al final del concierto, se repiten unos cuantos cuadros sin que se repita el sonido, que parece continuar por sí solo hasta que se alinea con las imágenes en el momento en que Calamardo termina de tocar, y la multitud murmura y seguidamente lo abuchea, pero no en la forma en que estas cosas pasan en la serie: se oían igual que abucheos reales y cargados de malicia. En cuanto a Calamardo, él estaba de pie, asustado y nervioso, viendo a la multitud que lo reprobaba con crueldad, y en cuyo centro estaba Bob Esponja. Este no era el Bob inocente que conocemos: sus ojos eran muy reales (sin ser montaje fotográfico) y detallados, más que lo que se esperaría de una CGI. Eran ojos de pupilas rojas, de mirada amenazadora y perturbadora. En este punto el asunto nos confundió, porque nunca gastaban tanto trabajo en bromas y eso nos hizo pensar que efectivamente pensaban mostrarles eso a los niños. Lo primero que se me vino a la mente fue La Vida Moderna de Rocko, una serie animada de Nickelodeon que a veces mostraba escenas bien grotescas, a pesar de estar concebida para que los niños la pudiesen ver. Sin embargo esto ya se pasaba, al menos para mí y mis compañeros, según pude suponer por cómo se veían entre sí…
Después de los ojos rojos de Bob, hubo un fundido en negro y la escena cambió, dando a entender un salto de tiempo hacia adelante. Ahora veíamos a Calamardo sentado en el borde de su cama, con cara de estar sufriendo mucho. Por la ventana de su habitación se veía la noche, dándose a entender que todo eso estaba pasando poco después del concierto. Extrañamente, no se oía ningún sonido ni nada de música, y Calamardo permaneció sentado en la misma posición con su cara de “quisiera estar muerto”, durante treinta segundos (literalmente) en los que únicamente parpadeó un par de veces, sin mover las manos, las piernas, o parte alguna distinta a sus párpados…
Tras los treinta segundos, algunas lágrimas empezaron a brotar de los ojos hinchados de Calamardo, cayendo lentamente por sus mejillas, a la par que el silencio absoluto se rompía con un sonido de brisa en medio del bosque, lo cual era desconcertante porque todos saben que no hay bosques cerca de la casa de Calamardo…
Todo empeora aún más cuando de pronto Calamardo se cubre la cara con las manos, y rompe en un llanto profuso y dolorido, llorando en relativo silencio por un minuto en que el sonido del viento parecía intensificarse. Posteriormente, poco a poco la pantalla se fue acercando a la cara de Calamardo, y su llanto se fue volviendo cada vez más fuerte, adolorido y cargado de ira. Este proceso podía notarse claramente en intervalos de diez segundos y, en una parte, la pantalla pareció doblarse sobre sí misma, volvió a la normalidad en un segundo, y entonces el sonido del viento en el bosque se volvió más potente, casi como el imponente y continúo rugido de un huracán.
Pero lo peor era el llanto de Calamardo: no parecía venir de los speakers (los que hacen las voces y sonidos de los personajes), era demasiado real y de tal condición que aparentemente provenía de “otra parte”… Si quieren duden o crean que estoy sugestionado, pero yo les juro que, al menos en ese entonces, Nickelodeon no tenía equipos de sonido o de edición de sonido capaces de producir un llanto con ese efecto acústico que le hacía oírse como viniendo de otra parte…
También, algo que llamó mi atención fue una risa que se escuchó apenas dos veces, acústicamente bajo el viento y el llanto de Calmardo. Esa risa nunca se escuchó por más de un segundo (era algo como un “¡haha!” corto, seco y cruel) en las veces que se oyó durante esos treinta segundos, tras los cuales la pantalla se puso borrosa, se torció bruscamente, y “algo” parpadeó sobre ella, tan rápido que no se supo qué fue.
En ese instante, el editor principal dio pausa a la animación, y retrocedió, cuadro por cuadro, a ver si ese “algo” que parpadeó era un cuadro de vídeo que intencionalmente pusieron por solo una fracción de segundo, a fin de que no se viese. Y sí, lastimosamente era eso, y no era nada creado por dibujantes de estudio: era la foto de un niño de aproximadamente seis años, que yacía muerto en ropa interior, con la carita deformada y ensangrentada, un ojo que le colgaba del rostro (a la altura de la mejilla, suspendido por un ligamento), y el estómago abierto, con las tripas salidas y parcialmente desparramadas sobre lo que parecía ser el pavimento de algún camino. Adicionalmente, la sombra del fotógrafo podía verse en la imagen, sugiriendo que probablemente él era el asesino… Nadie dijo nada, solamente nos miramos, con una mezcla de indignación, temor, asco e incredulidad. El editor principal hizo un gesto para ver si ya podía continuar, quitando la pausa al vernos asentir con la cabeza.
Otra vez seguía allí Calamardo, pero solo se le veía la mitad del cuerpo (no es que lo habían cortado, simplemente no se mostraba su mitad inferior). Ahora lloraba mucho más fuerte que antes y las lágrimas se le mezclaban con gotas de sangre que brotaban de sus ojos horrendamente hinchados por el tormento. Era espantoso aunque al mismo tiempo espléndido por la calidad de la imagen, que exponía unos ojos tan reales que uno sentía que se mancharía los dedos de sangre si los tocaba en la pantalla. En cuanto al viento, ahora sí que se oía como un huracán, que zarandeaba los árboles y les partía las ramas, según daban a entender los increíbles efectos de sonido. Y la risa de barítono profundo, esa que antes solo se escuchó dos veces, ahora se oyó más veces y durando más. Esto duró unos veinte segundos, tras los cuales la pantalla volvió a doblarse sobre sí misma y otra vez algo pareció parpadear, sugiriendo que se trataba de otro cuadro de vídeo ocultado. Nuevamente el editor puso pausa, pero solo buscó el cuadro perdido tras comprobar que los espectadores deseaban ver qué había, aunque supiesen que el horror les esperaba.
Sí, de nuevo la misma atrocidad pero con otra víctima: una niña pequeña en ropa interior, de aproximadamente seis años, tirada sobre un gran charco de sangre en el pavimento, con la espalda hacia arriba y la cabecita volteada hacia un lado, deformada y ensangrentada, con el ojo izquierdo en el pavimento, bien cerca de su boquita destrozada, levemente unido a la cuenca por un ligamento. Aquel pequeño ojo celeste, pese a estar en el suelo, tenía el iris apuntando al cielo, a manera de última súplica al Creador que de seguro la recibió ese mismo día. Esta niña había muerto peor que el niño, pues sus tripas aún frescas (según se adivinaba por el leve reflejo del sol en las membranas que cubrían las entrañas de la pobre criatura) salían por la espalda, a través de dos enormes huecos que el monstruo homicida le había hecho cerca de la columna, y por los cuales alcanzaban a divisarse los pulmones. Igual que en la primera imagen, la sombra del fotógrafo se veía. Su forma y tamaño eran idénticos a los del primer fotógrafo: debía tratarse del asesino… Esta segunda fotografía mórbida casi me hizo vomitar, e indujo a salir corriendo, tras romper en llanto, a la única mujer del equipo. Debimos parar en esas condiciones, pero nos miramos y le pedimos al editor que continuase.
Vimos entonces a Calamardo, que lloraba cubriéndose la cara, hasta que tras cinco segundos se calló y se quitó las manos del rostro, dejando ver sus ojos inyectados de sangre, que latían cual cerebro en una cabeza abierta durante una operación. Por diez segundos Calamardo estuvo así, con la mirada fija en un sitio que no estaba fuera de él, sino adentro, en el negro mar de sentimientos y pensamientos que le inundaba toda el alma, ahogándola en el mismísimo fondo de la miseria. Transcurridos los diez segundos, Calamardo volvió a llorar pero sin cubrirse los ojos: ahora sus lastimeros lamentos eran fuertes y agudos, y se entremezclaban con terribles alaridos, mientras la sangre y las lágrimas salían torrencialmente, con tanta abundancia que ya parecía una pesadilla. A la par, el sonido del viento, que misteriosamente no se escuchaba, volvió con su suave fuerza inicial, junto a una risa de voz profunda. Después la pantalla se dobló sobre sí misma y apareció el parpadeo causado por el cuadro de vídeo omitido, que esta vez duró algo más pero igual no habría podido verse si no fuese porque el editor puso pausa. Creímos entonces que esta vez la fotografía duraba cinco cuadros, y el editor retrocedió hasta lo que pensaba que era el cuarto cuadro de los cinco que duraba la supuesta fotografía. De nuevo vimos a un niño en ropa interior, aparentemente muerto, de unos seis años de edad aproximadamente. La diferencia estaba en que esta vez se veía a una gran mano humana sujetando las tripas del niñito, como si estuviese sacándolas. El niñito, como las otras dos víctimas, estaba boca arriba en el pavimento, sobre su propia sangre, con el estómago abierto. Mirándonos con los ojos algo humedecidos, el editor avanzó al siguiente cuadro, y se vio lo mismo pero la mano estaba ligeramente más arriba. Al percatarse de aquello, el editor regresó al primer cuadro de los cinco que supuestamente ocupaba la fotografía, y yo me quebré al comprobar que no era una foto sino un pequeño fragmento de vídeo. Fue horrible, no pude evitar vomitar un poco y que se me salieran un par de lágrimas. El pequeño fragmento de vídeo mostraba a la mano levantando lentamente las tripas, con la sangre caliente escurriéndosele entre esos dedos gruesos, toscos y malvados. Pero lo más terrible, lo más abominable no era eso: uno de los ojos (el derecho) del niño estaba junto a su cabeza, fuera de la cuenca y en el pavimento, aún unido a su dueño por un frágil ligamento; el otro, puesto en su lugar, miraba con terror infinito a la mano, moviéndose ligeramente a fin de no perderla de vista, y parpadeando en los dos últimos cuadros (cosa que en principio no notamos)… Nadie dijo nada pero todos estábamos atónitos. El editor nos miró y, en vez de quitar la pausa dijo que debíamos esperar a Stephen Hillenburg, creador de la serie.
Esperamos un par de minutos pero Hillenburg recién apareció quince minutos después, de modo que, aproximadamente a los cinco minutos de haberlo esperado, pedimos al editor que quitara la pausa, que después Hillenburg podría ver todo.
Al retomar el vídeo, vimos de cerca el rostro de Calamardo, mirándonos fijamente por unos tres segundos. Posteriormente la imagen se abrió y observamos a Calamardo a mayor distancia, de tal modo que podía verse que efectivamente seguía allí sufriendo en su habitación, pero ahora tenía una escopeta en la mano derecha…
Lo decisivo vino cuando una voz, que no se sabía de dónde provenía, dijo con tono terminante y autoritario: “Hazlo”. La voz quizá estaba fuera de Calamardo, o quizá representaba a su voz interna, a su propio pensamiento, tal vez a la manera de las voces que escuchan los esquizofrénicos. Sea cual sea el caso, Calamardo alzó la escopeta, abrió la boca, metió el cañón del arma casi hasta su garganta, se quedó así unos tres segundos como si dudase o luchase contra su miedo, y después apretó el gatillo, de modo que la nube de perdigones le reventó la cabeza, haciendo que numerosos trozos de cerebro y hueso salpicasen en la pared de fondo, contra la cual se estrelló al ser empujado por el arma en el momento del disparo.
Los pedazos de masa encefálica se veían tan reales, y en los últimos cinco segundos se vio el cadáver de Calamardo tumbado contra la pared que estaba atrás de su almohada. Estaba medio inclinado hacia la izquierda, con prácticamente toda la cabeza ausente, al menos desde la parte superior de la boca hasta arriba; sin embargo, debido a la ligera orientación hacia un lado que tenía la escopeta cuando se suicidó, uno de sus ojos aún podía verse, colgando (como los ojos de los niños) a la altura de su mejilla, mirando fijamente hacia el suelo… Ese fue el final del monstruoso episodio que nadie sabía de dónde demonios salió, ni siquiera quienes lo trajeron, pues no lo habían visto antes…
Como era de imaginarse, Stephen Hillenburg quiso ver el episodio cuando apareció. Muchos se retiraron cuando el maldito vídeo empezó a rodar de nuevo, tanto por el horror de las imágenes como por la reacción que probablemente Hillenburg tendría, y tuvo, pues estaba indignado y enfurecido con la monstruosidad en que habían transformado a su inocente serie. Ahora, y una vez que el editor consiguió calmar a Hillenburg, se llamó al CTO para que analizara el vídeo, y se informó a la Policía a ver si encontraba algo relativo a las fotos. Lo cierto es que el CTO determinó que el vídeo estaba lleno de material nuevo, que todavía nadie encuentra información relativa a los niños muertos, que no se sabe quién trajo el vídeo y quién lo creó (no necesariamente fue el asesino, y quizá hay más de un sujeto detrás del Suicidio de Calamardo), y yo, en lo que a mí respecta, me sigo arrepintiendo de haber visto por segunda vez el vídeo, porque hasta la fecha me encuentro a Calamardo y a las fotos de niños muertos en mis sueños, llenándome de una desesperación que a veces me tienta a hacer lo mismo que el pobre Calamardo…
Y bien, esta es la historia del Suicidio de Calamardo, algo que hasta la fecha no tiene explicación, y que quizá nunca la tenga.
. Vídeo que recrea la historia: En youtube hay algunos vídeos que recrean el Suicidio de Calamardo pero ninguno de ellos es el verdadero, que al menos en la web normal no se ha podido encontrar. Estas imitaciones no llegan ni a 1/50 del horror propio de la versión verdadera, pero el que ponemos aquí es el menos malo de los que hemos visto, y sirve aunque sea para ayudarnos a imaginar mejor, pese a que no tiene audio:
Suicide Mouse la historia se relata de la siguiente forma :
Existe una caricatura que no fue distribuida nunca, ni siquiera para los fans mas apasionados de Mickey Mouse. De acuerdo a la mayoría de las fuentes, esta caricatura no tiene nada de especial. Simplemente es un loop continuo de Mickey, caminando a través de 6 edificios, por unos 2 o 3 minutos antes de obscurecerse y terminar con la animación (mas o menos como en los Picapiedra). A diferencia de las musiquitas alegres de siempre, la canción de esta caricatura, no era una canción para nada. Simplemente era como si golpearan el piano por minuto y medio antes de que se convirtiera en ruido blanco, nieve, por el resto del film. Y este, no era el alegre y viejo Mickey que amamos tampoco, Mickey no estaba bailando, ni siquiera sonriendo. Simplemente caminando, como si tú o yo estuviéramos caminando, con una expresión facial, muy… normal. Pero por alguna razón, su cara estaba girada hacia la izquierda, como teniendo una mirada sombría.
Hasta hace uno o, dos años todos creían que después de que se obscurecía la escena, terminaba la caricatura. Pero cuando Leonard Maltin la estaba revisando, para ponerla como un bonus en el DVD, Leonard decidió que esto era simplemente basura, como para ponerla en el DVD. Sin embargo, quería tener una copia digital por el simple hecho de ser una obra de Walt. Cuando digitalizo la caricatura en su computadora, se dio cuenta de algo; La caricatura duraba de hecho, 9 minutos y 4 segundos. Esto es lo que me dijo mi fuente (El
es un asistente personal del mismísimo Sr. Martin).
Después de desvanecerse en negro, se queda así hasta el minuto seis. Despues, regresa a Mickey caminando. El sonido era diferente esta vez. Era como un murmullo. No era una lengua, sino mas bien como un grito gutural. Mientras el ruido se hace mas indistinguible y fuerte en el siguiente minute, la imagen se empieza a descomponer. La banqueta empieza a ir en direcciones que parecen imposibles basándonos en el caminado de Mickey. La sombría cara del ratón, lentamente se convierte en una sombría sonrisa. En el minuto siete, los murmullos se convierten en un gritos escalofriantes (de esos que te duelen solo al escucharlos), y la imagen se pone mas obscura. Con colores que no eran posibles en esa época. La cara de Mickey, entonces, comenzaba a derrumbarse. Sus ojos rodaban hacia el fondo de su barbilla, como dos canicas, y su extraña sonrisa apuntaba hacia arriba, al lado izquierdo de su cara. Los edificios se convertían en escombros flotando en el aire, y la acera seguía en direcciones imposibles, navegando en direcciones extrañas.
El Sr. Martin quedo perturbado con esto, y dejo la habitación, enviando a un empleado para que terminara de ver el video y tomara notas de todo lo que pasaba , hasta el último segundo, y para que después, guardara el disco de la caricatura en la caja fuerte.
Resulta que al final del video, después de un grito gutural, el filme termina de manera abrupta con la cara de Mickey en los créditos, con lo que sonaba como una caja musical rota tocando en el fondo. Esto pasa por mas o menos, unos 30 segundos, y sea lo que sea que pase en ese tiempo, nadie ha podido darme ni un poco de información.
Un guardia de seguridad que trabajaba conmigo, me dijo que él estaba haciendo sus rondines esa noche fuera de la habitación. Me dijo que vio al empleado salió temblando del cuarto diciendo “El sufrimiento real no se ha conocido” siete veces antes de que le quitara el arma del guardia, y cometiera suicido.
Lo único que le pude sacar a Leonard Martin fue una frase de los últimos cuadros, una frase en Ruso que decía “Las vistas del infierno trae a su audiencia de regreso”.
Hasta donde sé, nadie mas la ha visto, pero ha habido docenas de intentos de poner el archivo en Rapidshare por los empleados del estudio (los cuales han sido despedidos por eso). Lo único que se, es que el video esta Youtube, sin los últimos cuadros del filme.
Todo comienza hace un tiempo atrás, unos editores de la empresa Disney estaban en la búsqueda de material
inédito del célebre ratoncito de orejas redondas , que iba a ser comercializado con el nombre de ¨ Mickey Oldie ¨ , todo esto para celebrar los muchos años de este simpático roedor.
Es ahí cuando se encuentran con este video de el afamado roedor llamado suicide mouse, uno de los dibujos mas antiguos de la corporación Disney.
Por motivos obvios fue revisada la cinta y uno de los editores(Leonard Maltin) no vio el final de dicho corto ; ¿ La razón ? , simplemente el tipo no fue capaz de hacerlo ya que quedo algo "Shockeado", por lo cual le solicitó a su compañero que analizara la cinta .
Después que este lo hiciera en su totalidad ,el asistente salio pálido de la oficina y repitió 7 veces: "ustedes no conocen el dolor verdadero" tomando el arma de un guardia y suicidándose.
La cinta real, dura 9:04, pero por la supuesta crudeza de las escenas no pueden ser publicadas por la compañía y la versión que ustedes vieron o verán es solo el comienzo, pues los 2 minutos que faltan son los que mas shockean.
también, hay un texto en ruso. según lo que averigüé en algunos foros, decía: " Las vistas del infierno traer de vuelta en sus espectadores"
jueves, 22 de enero de 2015
dead bart
¿Saben como la Fox tiene una forma extraña de contar los capítulos de los Simpson?
No cuentan algunos, haciendo que el número de episodios sea inconsistente. La razón de este extraño hecho, es un episodio perdido de la temporada 1.
Encontrar detalles de este episodio es algo difícil, porque nadie del personal que trabajaba en el show en ese momento quiere hablar de ello.
Por lo que he logrado recopilar, el episodio perdido fue escrito totalmente por Matt Groening. Durante la producción de la primera temporada, Matt actuaba de forma extraña. Era silencioso, se veía nervioso y algo mórbido.
Mencionarle esto a alguien que estaba presente en esos momentos por lo regular hace enfurecer a la persona en cuestión, y te prohiben mencionárselo a Matt.
Oí primero de este suceso en un evento donde David Silverman estaba hablando. Alguien en la audiencia preguntó por el episodio, y Silverman simplemente salió de la escena, terminando repentinamente la presentación.
El número del episodio perdido era el 7G06, con el título “Dead Bart” (Bart Muerto). El episodio 7G06, Moaning Lisa, fue hecho después y se le otorgó el código de producción de Dead Bart para ocultar la existencia de este.
En adición a causar enojo, preguntarle a cualquier miembro del staff sobre el capítulo los llevará a hacer todo lo posible para detenerte de hablar directamente con Matt Groening. En una convención de fans, logré seguirlo tras que terminó de hablar con el público, y eventualmente tuve una oportunidad de hablar con él conforme abandonaba el edificio.
No le enojó que lo siguiera, probablemente pensando que era otro fan típico. Cuando le mencioné el episodio perdido, se puso pálido y comenzó a temblar. Cuando le pregunté si me podía dar detalles, parecía estar a punto de llorar.
Tomó una pieza de papel, escribió algo en ella, y me la dió. Me rogó por que nunca más mencionara el episodio de nuevo.
En la pieza de papel estaba la dirección de un sitio web, que no diré, por razones que narraré en un segundo.
Metí la dirección a mi buscador y entré a un sitio completamente negro, excepto por una línea de texto amarillo, un link de descarga.
Le dí click y el archivo comenzó a bajarse. Una vez que terminé de bajarlo, mi computadora se volvió loca, el peor virus que hayan visto. Restaurar Sistema no funcionó, la computadora tuvo que ser formateada totalmente.
Antes de esto, copié el archivo a un CD, y traté de abrirlo en mi nueva computadora totalmente limpia, y como lo sospechaba, era un episodio de los Simpson.
El episodio comenzó como todos los demás, pero con una calidad de animación realmente pobre. Si han visto la animación para Some Enchanted Evening, era similar pero menos estable. La primera parte era normal, pero los personajes estaban un poco fuera de sí.
Homero se veía enojado, Marge se veía deprimida, Lisa se veía en extremo ansiosa, y Bart parecía estar lleno de ira y odio hacia sus padres.
El episodio trataba sobre los Simpson yendo a un viaje de avión, y casi al final de la primera parte, cuando el avión estaba a cerca de 20 o 30 metros en el aire, Bart rompió una ventana de éste y fue succionado hacia afuera.
Al inicio de las series, Matt tenía una idea de que el estilo animado del mundo de los Simpson representara la vida, y que la muerte tornara todo más realista. Por eso pasó este episodio.
La imagen del cadáver de Bart apenas era reconocible, tomaron total ventaja de que no debían animarlo e hicieron un dibujo casi foto-realista del cadáver de Bart.
El primer acto finalizó con una imagen sumamente gráfica del cadáver de Bart. Cuando comenzó el segundo acto, Homero, Marge y Lisa estaban sentados en la mesa de la cocina, llorando.
El llanto parecía no terminar, volviéndose más doloroso y sonando extremadamente realista, con una mejor actuasción de la que creerían posible. La animación comenzó a decaer aún más mientras lloraban, y podías escuchar murmullos al fondo. Los personajes parecían estar apenas animados, se estaban alargando y borrándose, como formas deformadas pintadas con colores brillantes al azar.
Había caras en la ventana, viéndolos, parpadeando una y otra vez para que nunca las distinguieras perfectamente. El llanto siguió por todo el segundo acto.
El Acto tres empezó con un título especificando que un año había pasado. Homero, Marge y Lisa estaban esqueléticamente delgados, aún sentados en la mesa. No había rastro de Maggie o de las mascotas.
Decidieron visitar la tumba de Bart. Springfield estaba totalmente desierta, y mientras caminaban por el cementerio, las casas se volvieron más y más decrépitas. Se veían abandonadas. Cuando llegaron a la tumba, el cuerpo de Bart estaba tirado frente a su tumba, viéndose igual que al final del primer acto.
La familia comenzó a llorar de nuevo. Eventualmente se detuvieron, viendo fijamente el cadáver de Bart. La cámara se enfocó en el rostro de Homero.
De acuerdo al sumario del episodio, Homero dice en esta parte: "Ojala hubiéramos corrido la misma suerte", pero no es audible en la versión que vi.
La cámara hizo una toma panorámica cuando el episodio iba a terminar. Las tumbas en el fondo tenían los nombres de cada estrella invitada a los Simpson en ellas. Algunos que nadie conocía en 1989, algunos que no habían estado aún en el show.
Todos tenían fechas de muerte en ellos. Para los que murieron desde aquél entonces, como Michael Jackson y George Harrison, las fechas señalaban el día en que murieron. Los créditos estaban silenciosos y parecían escritos a mano.
La imagen final era la de la familia Simpson en su sillón, pero todos dibujados de forma hiperrealista, similar al cadáver de Bart.
Se me ocurrió en un principio, tras ver el episodio, que podría usar las tumbas para predecir la muerte de todas las estrellas invitadas a los Simpson que aún seguían vivos, pero hay algo muy raro respecto a los que no han muerto.
Todas sus muertes están situadas en la misma fecha.